En La Salle Berrozpe innovamos innovando

La innovación no es algo nuevo para nosotros; siempre hemos tratado de buscar nuevas vías que nos permitan obtener mejores resultados y ser más influyentes en nuestro trabajo. Buscamos la innovación y la mejora continua tanto en el ámbito pedagógico como en los campos de la gestión y la tecnología. En este espacio ahora queremos presentaros los proyectos pedagógicos innovadores que estamos trabajando en distintas etapas educativas.

APRENDIZAJE COOPERATIVO: Cooperar aprendiendo, aprendiendo a cooperar.

Este proyecto lo estamos trabajando el Educación Primaria con un objetivo definido: Dar una respuesta adecuada a la diversidad. En nuestro Centro, cómo en cualquier otro, tenemos todo tipo de alumnos, y mediante el aprendizaje cooperativo, y mediante el trabajo en grupos queremos que nuestro alumnado aprenda a cooperar, aprendan a ayudarse los unos a los otros poniendo cada uno lo mejor de su parte.

Este proyecto lo iniciamos el año pasado, y durante este curso pretendemos consolidarlo.

SEIN

¿Qué es SEIN? ¿Para quién es? ¿Dónde se enseña? ¿Cuándo se hace?. Son preguntas que muy a menudo podemos hacernos y a las que hay que dar una respuesta.

SEIN nació como una necesidad, como elemento diferenciador en la Educación Secundaria (ESO). Se trata de un proyecto innovador aunque no sea nada nuevo, ya que los centros La Salle trabajaban ya  en proyectos similares: Ulises, Iratí, Crea, Fénix….

SEIN surge teniendo en cuenta el tipo de alumnos que tenemos, el tipo de alumnos que buscamos y el tipo de escuela que estamos ofreciendo.

Se trata por lo tanto de un proyecto basado en un marco que llamamos Marco Metodológico en el que se desarrollan actividades de generación de ideas, priorización y selección, búsqueda de soluciones, búsqueda y gestión de información y presentación de resultados. Son proyectos interdisciplinares que engloban diferentes e incluso todas las asignaturas o materias  en un entorno flexible e integrador aplicando la metodología IDEAL de resolución de problemas.

Y los principios básicos serían  trabajar en equipo, ser cooperativo e innovador.

FIRST LEGO® Leage (FLL)

Se trata de una iniciativa creada en 1998 por  la Fundación First  (For  Inspiration and Recognition of Science and Technology), que se desarrolla en varios países del mundo, aunque es la primera vez que se ha organizado en Euskadi.

La FLL es una competición internacional de robótica para niños y niñas de 10 a 16 años, con formato de evento  deportivo,  cuyo  fin es  motivar  a los  jóvenes  a divertirse y  emocionarse  con la ciencia y  la tecnología,  de acuerdo con el  compromiso educativo de fomentar  los  valores  de la innovación y la creatividad.
Su propósito es desarrollar en los  jóvenes habilidades creativas, pensamiento analítico, trabajo en equipo y, sobre todo, fomentar valores de innovación trasladando, al mismo tiempo, conocimientos tecnológicos y científicos.

Proceso de competición
FLL es una competición internacional que se juega simultáneamente en todo el mundo con unas mismas reglas y unos mismos cometidos.
La entidad que se encarga de la organización en Euskadi es Innobasque. Los equipos vencedores en la fase regional pasan a la fase estatal y de allí salen seleccionados los equipos participantes en la fase internacional. Este año tanto la fase a nivel de Euskadi como la estatal serán organizadas por Innobasque.
Hay que subrayar que son los propios jóvenes quienes realizan directamente todas estas funciones, desde la inscripción hasta la defensa de los proyectos en competición pasando por la implicación de los colectivos cercanos al equipo (amigos, familias, profesores, etc.) o la generación de herramientas de difusión del proyecto (blogs, presentaciones, entrevistas en medios de comunicación…)
Durante este curso 2010-11 un grupo de nuestros alumnos participará en el evento. El año pasado llegamos hasta la fase europea en Estambul. ¿Podremos repetirlo este año?

LA EVALUACIÓN BASADA EN COMPETENCIAS

La asunción de la Ley Orgánica de Educación (LOE) de la formación basada en competencias como eje vertebrador de la enseñanza en todas las etapas ha supuesto una pequeña revolución en la manera de entender la Formación Profesional. Nuestro Centro ya conocía con anterioridad el espíritu de la reforma y sus implicaciones, y en mayor o menor medida había aplicado la filosofía de las competencias en aulas y talleres. La obligación legal es ahora inexcusable.  Por ello, el reto de esta década consiste en desarrollar y evaluar competencias, y para ello, dejando a un lado la teoría, hemos decidido desarrollar una herramienta práctica que lo haga posible.  Y cómo en equipo se trabaja mejor, hemos decidido colaborar con Maristas de Durango en el desarrollo de este proyecto.

Para ello hemos tomado como base el trabajo desarrollado por la Comisión de Innovación pedagógica de Hetel sobre “Diez competencias claves para los alumnos de Formación Profesional”.  El resultado ha sido un archivo informático programado sobre una hoja de cálculo Excel. Durante el curso 2009-10 un grupo de profesores de Formación Profesional de La Salle Berrope ha trabajado con ello y durante este año, una vez conocida la herramienta, se pretende desarrollarlo en toda la etapa.

La herramienta parte de una reflexión sencilla: la evaluación al alumnado debe de ser coherente con la metodología docente empleada en aulas y talleres, y una y otra han de basarse en las competencias clave que pide la legislación. Como sabemos,  en la última década se han divulgado en nuestro Centro metodologías docentes de diverso cuño e inspiración (PBL y  Aprendizaje Basado en Proyectos,  Sormen- Crea…etc…) que proponen nuevos modos de estudiar, que a su vez exigen nuevos modelos de evaluación.

Esta nueva herramienta para evaluar incorpora una matriz que incluye todas las competencias que se quieren o deben evaluar más una batería de indicadores concretos que, a modo de ajuste fino, intenta posar las, a veces “ abstractas competencias “ en la arena del día a día.  El profesorado ha de seleccionar las competencias que quiere evaluar, los indicadores que manifiestan el grado de consecución de la competencia y subcompetencias correspondientes y la ponderación que, sobre un total de cien puntos, atribuya a cada competencia y subcompetencia. Así, de un modo sencillo, el profesor podrá concretar una puntuación que medirá el grado de desarrollo logrado por el alumno.